LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

6 jun 2015

VOTES O NO VOTES

DE ROBERTO DUQUE A DENISE DRESSER SOBRE VOTO NULO

Distinguida doctora Dresser:

Confieso que me llevé una triple sorpresa al conocer su apreciación acerca del video “El voto nulo en México” que he divulgado recientemente en Internet.




Desde su perspectiva (Reforma 25-05-15, p.15) este trabajo “disemina información equivocada”, pues –según dice usted– el voto nulo ya no perjudica a los partidos menores como antes, y en ese sentido subraya que es un mito que el voto nulo le beneficie al PRI.

El primer motivo de asombro es que, para sustentar su afirmación, dice usted citar la ley: “No alcance el 3 por ciento del voto efectivo”. Temo informarle que dicha disposición no existe en la legislación mexicana. Probablemente se confundió con la votación válida emitida. No la culpo: Las leyes electorales son intrincadas. Pero le sugiero atentamente no entrecomillar normas inexistentes porque, eso sí, disemina información falsa.

La segunda razón de sorpresa es que hace unos meses la escuché exponerle el posicionamiento contrario a Leo Zuckermann en una intervención televisiva. Afirmaba usted que en 2015 ya no acompañaría al movimiento anulista, dado que el voto nulo –dijo usted– “implicaría aceitar la maquinaria del priismo”.

Ahora me entero que volvió a cambiar de parecer.

Me gustaría conocer, doctora, los argumentos que respaldaban aquella afirmación suya. Y es que puede ser que su lógica de aquel entonces se parezca a la de mis planteamientos en el video. Eso sí, con la siguiente acotación: Si bien podría decirse que el PRI “patentó” hace tiempo la maquinaria electoral a la que usted alude –acarreo y clientelismo incluidos–, la evidencia enseña que ahora ese partido ya no está solo en la práctica de tales artimañas. Pareciera que la patente se venció, ¡como con las medicinas! Pensemos en el PRD del Distrito Federal o en el PVEM en Chiapas, por citar sólo dos ejemplos que menciona la analista Alejandra Cullen.

Opino que su generalización fue desmedida, pero de alguna manera comprendo aquella posición que le sostuvo a Zuckermann. Muchos estamos seguros, en efecto, de que el PRI es el principal beneficiario del voto nulo.

Y la tercera causa de mi extrañeza fue que en su argumento en contra del video está usted aceptando que antes de 2014 el voto nulo sí perjudicaba a los partidos menores. Me llama la atención porque esto se contradice con lo que había usted señalado en el pasado y también va a contrapelo de los datos duros a los que alude en su texto sobre lo que ocurrió en 2009.

La verdadera diferencia entre su más reciente punto de vista y el mío, se centra en que para usted el voto nulo no beneficia a partido alguno. Yo sostengo que sí. Si observa el video de manera desapasionada, encontrará las razones que esgrimo: Los partidos mayores suelen tener: a) más militancia; b) más estructuras territoriales, y c) más operadores políticos y brigadas. O sea, más maquinaria.

La ecuación no es tan compleja. Si usted no niega que en algún porcentaje de los votos que se emiten en México, media la coacción, el acarreo, la entrega de despensas, etcétera, tendrá que estar de acuerdo con lo siguiente: Mientras más indecisos votemos nulo, más valor cobran los votos obtenidos con esas trampas (y con voto duro).


En contraste, mientras más indecisos distribuyamos libremente nuestro voto válido entre el abanico de partidos y candidatos, decrece el peso de esas maquinarias en el resultado electoral.

Por eso es que la promoción del voto nulo es tan perniciosa: Incentiva esas prácticas desaseadas que por desgracia no hemos erradicado en el país. Puede usted comprobarlo con evidencia empírica: ¿Quiénes son los partidos que ahora mismo –incluso en su propaganda– invitan a que no anulemos nuestro voto? Respuesta: Los partidos con menos maquinaria. ¿A qué cree que se deba?

Y una última súplica, doctora. El próximo 7 de junio, cuando acuda usted a la casilla y se encuentre en la soledad del cancel, crayón en mano, traiga por favor a su mente los razonamientos por los que hace cuatro meses pensó que el voto nulo beneficia a una maquinaria partidista. En una de esas usted misma se convence de validar su voto en vez de anularlo. Quién quita y –de último minuto– retoma su penúltima convicción.

Reciba un respetuoso saludo.

@DuqueRoquero

Nota:

El movimiento #NoTeAnules surgió con el siguiente video informativo acerca de cómo funcionan las reglas del juego electoral en relación con el voto nulo.

A muchos nos gustaría que la anulación del voto fuera una herramienta eficaz para castigar a la clase política por su mal desempeño. Pero las reglas del juego –que ellos mismos diseñaron– no dejan que así sea. Además, los partidos ya nos han enseñado que no son muy sensibles que digamos frente a la pésima imagen que tienen –en general– ante a la ciudadanía (en la encuesta de Parametría que aparece en el video están en el último lugar de la tabla).

Nuestra propuesta es que cambien las reglas y que el “voto en blanco” tenga validez. Que en el futuro los ciudadanos tengamos en la boleta una opción de protesta que sí valga. De esa manera: a más votos en blanco, menos beneficios reales para los partidos. Por ende, habría un incentivo para que éstos mejoren su oferta política, cosa que urge. Esa lucha sí vale la pena.

*Roberto Duque Roquero. Académico de la Facultad de Derecho de la UNAM. Promotor del movimiento #NoTeAnules. Tiene estudios de maestría y de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. Coautor de siete libros, ha sido conferencista en instituciones académicas de México y del extranjero en temas constitucionales y electorales.

[Las negritas son mías]

EL ABSTENCIONISMO ES UN BERRINCHE

Por GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA

La crisis política que vive el país es la más severa de la historia reciente. Ésta seguirá agudizándose en los meses por venir. No vamos más lejos, sumado a una devaluación de más de 12% de nuestra moneda frente al dólar, de una dramática caída en el precio del petróleo, empezamos el año con un aumento de casi 2% al precio de las gasolinas.

Los 43 normalistas desaparecidos siguen sin aparecer y el gobierno no podrá responder a la exigencia de presentarlos vivos. Encima, el baño de sangre del país seguirá en aumento, junto con la impunidad y la barbarie con que viene aparejado.

Podría continuar con una larga lista de agravios al pueblo de México pero con estos ejemplos es suficiente para generar un enorme estallido social. De hecho, la rebelión ya está en marcha.

Si las diversas formas de manifestación de la inconformidad por esta situación no logran la renuncia de Enrique Peña Nieto antes de las elecciones federales de junio del 2015, éstas se realizarán en un marco de rechazo y de muy fuerte abstencionismo.

Hay quienes frente a esta situación, promueven el abstencionismo como una forma de evidenciar la falta de legitimidad del actual gobierno y de la representación popular que surja de los citados comicios, a ellos llamo yo los anulados. Pregunto a éstos: ¿Pero es que tiene alguna legitimidad el desgobierno de Peña? ¿Acaso tiene alguna legitimidad la actual Cámara de Diputados surgida de los comicios del 2012? La respuesta a ambas preguntas es que carecen de legitimidad real. Eso no sólo no les importa, sino que se siguen arrogando el derecho de representar al pueblo de México a pesar de traicionarlo cotidiana y sistemáticamente.

Pongamos que hubiera un 90% abstencionismo en los comicios federales del 2015. Los anulados o promotores del abstencionismo estarían de fiesta. Habrían logrado su objetivo, hasta con el 80 % se dan por bien servidos. Sostienen que con ese abstencionismo la falta de legitimidad del gobierno sería evidente. Yo les pregunto: ¿El gobierno de Peña se caería? La respuesta es un no rotundo.

Pregunto ahora a los anulados: ¿Cuál es el siguiente paso, si a pesar de lograr el abstencionismo necesario según ellos para quitar legitimidad a la Cámara de Diputados, ésta sigue funcionando sin mayor dificultad? Porque no deben convocarnos a no votar sin hacerse cargo del siguiente paso si no se logra el objetivo y no se obtiene el resultado que ellos plantean alcanzar. El objetivo, evidentemente, no debe ser restar legitimidad al sistema político, pues con o sin elección carece de ella. El objetivo debe ser lograr la renuncia de Enrique Peña Nieto y desmantelar el sistema político caduco y corrupto que impera en el país.

La posición de quienes llaman al abstencionismo es terriblemente irresponsable. Lo único que harán al retirar de las urnas a quienes están inconformes con el PRI es justo lograr que este partido tenga mayoría en la Cámara de Diputados. No quieren ver que al sistema no le importa ser legítimo, si acaso le interesa parecerlo.¿Pruebas? Van algunos ejemplos: No le importó a Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa carecer de toda legitimidad para ejercer la presidencia de la República. Como no le importa a Enrique Peña Nieto carecer de toda legitimidad y respaldo para seguir al frente del cargo político más importante de nuestra nación. Como no les importa a la mayoría de los integrantes del Congreso ser repudiados, votar por consigna, estar traicionando al pueblo, vivir del pueblo y apuñalarlo constantemente, y carecer igualmente de toda legitimidad. Quienes ostentan cargos públicos en la actualidad, carecen no sólo de legitimidad sino de autoridad y viven un profundo y enérgico rechazo de la mayoría de la sociedad, salvo honrosas excepciones y ello no les quita el sueño. Siguen ejerciendo y cobrando, muy bien por cierto y como es evidente en cada una de sus apariciones públicas eso llamado legitimidad les tiene sin cuidado, son unos cínicos y unos desvergonzados.

Ingenuos e irresponsables son quienes consideran que sólo con no votar lograrán derrocar al sistema. Reitero mi convicción de que el proceso electoral federal del 2015 no es camino para la transformación del país. A pesar de esa certeza, seré candidato a diputado federal intentando regresar al Congreso. Las razones que sustentan esta decisión merecen una reflexión aparte, pero adelanto que considero un error renunciar a un espacio de lucha y defensa de los intereses populares como lo es la Cámara, a pesar de su evidente deterioro. La tribuna de la Cámara de Diputados es un espacio privilegiado para combatir, exhibir y reclamar acciones del gobierno en turno. Asumiendo la representación popular con entereza, se pueden defender con cierta eficacia los intereses del pueblo y de la Nación.

Sin embargo insisto y seguiré insistiendo en que si la rebelión decide impedir que se realicen los comicios, yo estaré apoyando sin ninguna reserva una iniciativa de esta envergadura y es obvio que para hacerlo, tendría que renunciar a toda aspiración de regresar al Congreso. Renunciaría sin dudarlo a mi candidatura, pues impedir la elección del relevo de la actual Cámara de Diputados sí que sumiría al desgobierno de Peña Nieto y al sistema político mexicano en una crisis de la cual no podrían recuperarse. La renuncia de Peña Nieto sería una conclusión lógica a un golpe de esta dimensión.

Claro que para lograr una medida de tal magnitud se requiere que la gente la haga suya y que asuma los riesgos que realizarla implican. No votar es un berrinche, un desahogo, al igual que todas sus derivaciones tales como romper la boleta, anularla, votar por el pato Donald y todas las ocurrencias y variantes de los anulados. Estas medidas no implican ni mayor esfuerzo, ni mayor riesgo. Tampoco generan mayor impacto.

No permitir la realización de los comicios es correr un riesgo fuerte y lograr el objetivo tiene un alto grado de dificultad, que sin embargo, de alcanzarse, tendría como resultado un impacto político demoledor.

Así que déjense de berrinches y de desahogos y como dice Federico Arreola: sean serios. Si tenemos que optar debemos escoger una medida real de cambio social profundo para el país.

“El pueblo tiene derecho a vivir y a ser feliz”.

Gerardo Fernández Noroña. México, DF a 1 de enero de 2015.

(Las negritas son mías]

1 jun 2015

APUNTES ELECTORALES

Para que a una persona se le pueda permitir ejercer su voto en la casilla que le corresponde, por regla general, deben cumplirse dos condiciones:

1) Que tenga y presente su credencial de elector vigente y
2) Que aparezca en la lista nominal de electores de esa casilla

Obvio, también se le tendrá que revisar que no haya ya votado. Para esto se observará que no esté entintado su dedo pulgar derecho y que el área de su credencial destinada para el marcado del voto no haya sido utilizada.

Ahora bien, como excepciones o casos particulares de la regla general arriba enunciada, se pueden presentar los siguientes:

1) Lleva credencial de elector vigente, o no vigente, pero no aparece en la lista nominal. NO VOTA. Se reporta ello en la hoja de incidentes. Se anota su nombre en la LISTA DE PERSONAS QUE NO SE LES PERMITIÓ VOTAR POR NO APARECER EN LA LISTA NOMINAL DE ELECTORES.

2) No lleva credencial de elector vigente, o no vigente, pero sí aparece en la lista nominal. NO VOTA. Se reporta ello en la hoja de incidentes. Sólo se le permitiría votar si más adelante, durante el transcurso de la jornada electoral, presentara su credencial de elector vigente y ésta coincidiera con la foto de la lista nominal de electores.

3) Sí lleva credencial de elector vigente, o no vigente; sí aparece en la lista nominal, pero no coinciden ambas fotos o datos de credenciales, NO VOTA. Se reporta ello en hoja de incidentes. Se procura recoger la credencial de elector presentada.

4) Si el único dato que no coincide entre la credencial de elector vigente presentada y la asentada en la lista nominal es el de la SECCIÓN ELECTORAL, SÍ VOTA, pero la Presidenta o Presidente de Casilla debe cerciorarse por otros medios, por ejemplo, otras identificaciones oficiales con fotografía y dirección o documentos válidos de comprobación domiciliaria, que la persona reside en esa sección electoral. Se reporta ello en hoja de incidentes.

5) No lleva credencial de elector vigente, sí aparece/no aparece en lista nominal, pero es una persona famosa o muy conocida o una persona que varios funcionarios de casilla/representantes de partido/vecinos saben que reside en esa sección y le corresponde ahí votar y hasta argumentan ello en su favor, NO VOTA. Debe presentar credencial de elector vigente y aparecer en la lista nominal.

6) No lleva credencial de elector (vigente o no vigente), no aparece en la lista nominal, pero lleva una copia de la resolución o sentencia favorable del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. SÍ VOTA, siempre y cuando entregue a la Presidenta o Presidente de casilla dicha copia y, además, presente una identificación oficial vigente con fotografía (pasaporte, licencia de conducir o cédula profesional). Adicionalmente a todo lo anterior, tendrá que aparecer en la conocida como "LISTA ADICIONAL", la cual contiene a las personas que promovieron su respectivo juicio y obtuvieron, precisamente, la sentencia o resolución favorable en cuestión.

7) Si lleva y entrega copia de resolución, presenta identificación oficial vigente con fotografía y aparece tanto en Lista Nominal como en Lista Adicional, SÍ VOTA, pero se registra que "VOTÓ" exclusivamente en la LISTA ADICIONAL.

8) Si no aparece en la Lista Adicional, o no hay Lista Adicional, y tampoco aparece en la Lista Nominal, pero lleva y entrega la copia de la sentencia o resolución y presenta identificación oficial vigente con fotografía, SÍ VOTA, anotándose su nombre completo, junto con la marca "VOTÓ", al final de la Lista Nominal de Electores. Se reporta ello en hoja de incidentes.

9) Si no aparece en la Lista Adicional, pero sí en la Lista Nominal, lleva y entrega la copia de la sentencia o resolución y presenta identificación oficial vigente con fotografía, SÍ VOTA, marcándose que "VOTÓ" en su respectivo cuadro de la Lista Nominal. Se reporta ello en hoja de incidentes.

10) OBSERVADOR ELECTORAL que no este inscrito en la sección electoral que está vigilando, aunque lleve credencial de elector vigente, gafete que lo acredite y nombramiento expedido por autoridad electoral, NO VOTA.

11) REPRESENTANTE DE CASILLA (RC) DE PARTIDO POLÍTICO, debidamente acreditado, que esté inscrito en una de las casillas de la sección electoral a la que fue asignado, SÍ VOTA, siempre y cuando presente su credencial de elector vigente y aparezca en la lista nominal correspondiente. Puede votar de una de las siguientes dos formas: a) Como ciudadano de la sección, mediante el procedimiento común, de regla general, anotándose que "VOTÓ" sólo en la Lista Nominal o b) Como representante de casilla, presentando credencial de elector vigente y anotándose que "VOTÓ" únicamente en la LISTA DE REPRESENTANTES DE PARTIDOS POLÍTICOS.

12) REPRESENTANTE GENERAL (RG) DE PARTIDO POLÍTICO, el cual es un supervisor y/o coordinador de un grupo de determinado número de representantes de casilla, SÍ VOTA, pero en la casilla y sección electorales que le correspondan, claro, siempre y cuando aparezca en la lista nominal y exhiba credencial de elector vigente.

13) FUNCIONARIOS DE CASILLA (PRESIDENTE(A), SECRETARIA (O) Y ESCRUTADORES (AS))obviamente aparecerán en la lista nominal de la casilla que les corresponda, pudiendo ser en la que fueron nombrados o en una de las que se coloquen al lado de la misma, y tendrán credencial de elector vigente, pero, si poco antes de la jornada electoral, se las roban o la extravían, SÍ PUEDEN EJERCER SU CARGO pero NO VOTAR.