Amaneció otro 26 de septiembre. 365 días transcurrieron ya desde aquella madrugada sangrienta, cruel, asesina que tuvo lugar en Iguala, Guerrero. La lluvia como un elemento muy presente, tanto en el aspecto físico como en el simbólico-narrativo. Mares de pueblo tomaron las calles en lo que se denominó el #DíadelaIndignación ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Cómo lo permitimos? Muchos prefieren evadir las respuestas a esto. Yo no. Un Día de Indignación es producto de miles de Inacción y de Resignación; es resultado de meses de Indiferencia y de Años de Sumisión, de tolerancia miedosa a la Indecencia. Muchos de los que hoy gritan, marchan y denuncian junto con nosotros, ayer callaron, no se movieron o hasta avalaron versiones cínicas respecto a episodios similares o idénticos al de Ayotzinapa. Claro que se vale el arrepentimiento y la rectificación, pero la lucha contra el olvido también la es en contra de la complacencia y de la ausencia de autocrítica.
Pero que no se confundan algunos, todo lo anterior no significa un cambio de bando de mi parte, ni una justificación de lo sucedido o un llamado a la desesperanza y derrota; mucho menos se trata de un perdón o de una exculpación a los malditos y asquerosos culpables. Estoy delimitando responsabilidades, retos y tareas pendientes.
No le quito ni un ápice de responsabilidad criminal a los policías, soldados, narcos y "servidores públicos" que cometieron, ordenaron, avalaron o han tratado de ocultar la vil agresión masiva a la juventud pobre y crítica de nuestro país perpetrada en Guerrero. Igualmente, continúo señalando, porque sigue siendo culpable -con pruebas científicas y objetivas, con documentos e investigaciones imparciales que cada día lo demuestran en mayor medida-, a un gobierno ilegítimo e insensible, el cual, para empezar, ni siquiera debería haberse conformado. Así como es cierto que el que empieza comprando la Presidencia, termina vendiendo al país, también lo es que gobierno que llega al poder mediante delitos, se sostendrá cometiendo otros o ignorándolos; una vez más la Historia nos demuestra que en aquellas "Democracias" donde se compran los votos, lo que terminan contándose son los lutos.
Luego entonces, ¡¡¡¡SANCIONES EJEMPLARES A LOS CULPABLES!!!! y REALMENTE NI PERDÓN NI OLVIDO DE NUESTRA PARTE; ya somos miles los que estamos hartos de que nunca llegue el cambio para bien; no más calendarios llenos de tragedias e impunidad, no más ciclos negros, nunca más marchas sin eco, ni un solo capítulo más que únicamente mueva a la indignación estéril o a terremotos que nos hacen añicos por adentro, pero que no derrumban al podrido sistema-mundo-país.
[Fuentes de Fotos: Animal Político, Revolución 3.0, Twitter]