NO AL PRI MUNICIPAL

Un amigo me invitó recientemente a formar parte -de manera formal, comprometida, no tagencial- del PRI municipal de Puebla capital.

Sí, me invitó a formar parte de uno de los partidos que más odio; me convocó a ser parte de uno de los principales responsables, beneficiarios y promotores de la gran decadencia de nuestro sistema político-económico-social, de nuestra nación; me hizo la atenta o amable invitación (por que esto sí, esto es cuestión aparte que se agradece, que le agradecí) para ser miembro de uno de los más patéticos y marcados anexos o ápendices mierdinistas de hoy en día...aggggggggg que asco!!!

Sí, como lo he dejado ver, no acepté dicha invitación. Confieso que pensé mi respuesta unas horas pero ello, realmente, se debió más que nada a la persona que me formuló dicha propuesta y por la relación que me une a ella. Mis convicciones y/o afinidades ideológicas-éticas (aunque sean escasas o motivo de burla o minimización para muchos) me impidieron aceptar la proposición en cuestión, me condujeron a otorgarle un no a mi amigo. Está bien; quiero seguir teniendo por lo menos un 1 o 3 por ciento de cierta autoridad para seguir criticando, burlándome, maldiciendo y similares a nuestra "gran" realidad política-social (sin importar la periodicidad con que haga ello)

...La vida también tiene entre sus características a la ironía. Cuando quise formar parte de Alternativa (antes de que se convirtiera en lo que se convirtió; o en los orígenes de la misma, para no entrar en más debates filosófico existencialistas) fui rechazado o ignorado. Se me otorgó el recelo, la indiferencia, la desconfianza y el "avionazo". Uno ofreció ayuda desinteresadamente y pues no quisieron; la perdieron (como lo hicieron en muchos otras partes del país). Mejor en mi vida, las propuestas serias para inmiscuirme muy profundamente en lo que se denomina política política (la grilla de nuestra nación), han venido de los integrantes del binomio perverso en dicha materia (sin exculpar a los demás): PRI y PAN. Sí, amistades y/o personas con real aprecio para conmigo, relacionados de una u otra forma (seria) con el Pri o el Pan me han hecho, en distintos momentos de mi trajinar, propuestas o invitaciones para sumarme a proyectos políticos de relativa importancia. Así pasa cuando sucede.

...Estoy dispuesto a sumarme; sí, mi aversión a ese tipo de invitaciones no es total o no discriminatoria; pero, como lo he comentado o insinuado en otras ocasiones, quisiera, deseo responder a una propuesta que provenga de personas, fuerzas, grupos y/o movimientos que auténticamente busquen verdaderos cambios para bien o mejoras colectivas. Puede que me llegue, puede que no; puede ser que el vagón "política formal" de mi tren de vida ya sólo circulará por los alrededores de diversas estaciones sin parar en ninguna de ellas. Sí,pero, no obstante esto último, trataré de estar preparado lo más o mejor que se pueda para que, sin importar la trinchera (disculpen el lugar común), la división de combate o el espacio que ocupe, ayude a empujar la gran locomotora de una prolífica revolución.