Como ya muchos lo sabrán, la jueza Coutiño (encargada del amparo promovido por el SME) no dictó sentencia favorable a dicho sindicato.
... Que finalmente sí se vendió; que sí pudieron llegarle al precio; que pesaron más las amenazas y presiones o los ofrecimientos de recompensa; que finalmente a la jueza le importó más la seguridad y calidad de vida propias y de sus familiares que las de los electricistas, que prefirió ser retribuida terrenalmente y por los poderosos que eternamente y por la Historia, la Justicia y el pueblo o la sociedad civil; todos esos y más son los comentarios y opiniones que se expresaron desde el pasado viernes 11 de diciembre cuando se hizo pública la sentencia en cuestión... Y ciertamente, varios de ellos pueden ser verdad o acercarse mucho a la misma; varios de ellos tienen fundamentos y/o antecentes de sobra que los respaldan; pero, la no sorpresa (y la costumbre fatalista propia de este podrido méxico; sí, con minúsculas) no evitan la tristeza o desánimo, el coraje que traen consigo esas clases de decisiones, de actos, de realidades frustantes, de dejavus malditos.
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No puede ser que ya hayan matado tanto por dentro a gran parte del pueblo mexicano; no puedo concibir y aceptar por completo que la mafia y los malandrines ya nos hayan bajado tan contundentemente el switch de la esperanza, de la rebelión, del cambio para bien; que mejor dicho switch se encuentre activido y bien arriba en países hermanos como Bolivia, Ecuador, Honduras, etc.
... Si es así, si lo anterior es lo que ha sucedido, entonces todavía tengo la esperanza (prácticamente ya es mi único asidero) que la renovación y el fin de las pesadillas comenzarán mediante una chispa; no sé de donde provendrá esa chispa ni cuando empezará a arder; sólo espero que sea pronto y que no sólo sea una llamarada de petate.
LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI
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