LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

20 jun 2014

ZURDOS

Nací zurdo, me volví ambidiestro, no quiero morir derecho.

El siglo XXI, tan lleno de modernidad tecnológica, sigue registrando actitudes y actos de las cavernas en materia de convivencia humana. O tal vez sólo es injusta mala fama la cavernícola y nuestros antepasados fueron más solidarios entre si, menos discriminadores, menos adoradores de una imagen sin alma.

Oigo hablar en todos lados de los avances de la ciencia y de la tecnología, del dominio del hombre sobre la naturaleza (¡ja! ilusos) y demás cuestiones similares, pero veo más, palpo y experimento más los retrocesos, los deja vú malditos de la raza humana. Algunos de ellos: el miedo, el desprecio, la indiferencia o la minimización, o todo junto, a lo alternativo, a lo minoritario (en cuanto cantidad) en cualquier aspecto o ámbito de la vida.

Mira tú que, en el 95% de los casos, se debe ser muy cretino o muy borrego para burlarse, despreciar o tratar de "corregir" a alguien por el único hecho de que éste escriba, por naturaleza y desde nacimiento, con una mano que no es la que la mayoría usa para esa tarea(o para realizar muchas otras acciones)

¿Por qué ver a las y los zurdos como fenómenos de circo? ¿Por qué desear que se quiten esa "mala maña" de escribir con su mano más apta? ¿Por qué llamar siniestra, sinónimo de maligna, a la izquierda y diestra, sinónimo de hábil, a la derecha?

Ese desprecio, esa manipulación desde el lenguaje, desde la forma de nombrar al mundo, me recuerda que los discriminados somos “primos hermanos” en los procesos atentatorios de nuestra dignidad. La minimización hacia nosotros comienza, a veces, desde el útero; siempre, desde la boca.

Y así tenemos que a las y los negros, así como a las mujeres, igualmente se les empieza a ofender o invisibilizar con el idioma (oral, escrito y no verbal) Y entonces los mayores discriminadores son blancos patriarcales diestros (y lo que gusten agregar)... ¡Pobre de la mujer negra que ose escribir y sentipensar con la izquierda!

¿Cuántos zurdas y zurdos habrán padecido la mirada morbosa o desaprobadora, el cuchicheo burlón? ¿Cuántos tuvieron que torcerse en bancas o pupitres no diseñados para ellos? ¿Cuántos habrán sido sujetos de chistes y regaños por, simplemente, hacer al revés, en sentido contrario al habitual, una insignificante "palomita"? Y todavía más triste y grave, ¿cuántos y cuántas –sugestionados de manera muy parecida a la de varios diverso sexuales- habrán finalmente creído que el problema son ellos; que son “anormales” y; deben hasta autoodiarse, urgentemente "enderezarse"?

Sí, el volverse ambidiestro es considerada una habilidad (esta sí); se alaba aunque no sea mayoritario, pero también me suena mucho, lo considero un equivalente al tener novio(a) heterosexual, o no "vestir tan obvio", de los gays, de las lesbianas y de los trans que llegan a creer que hay algo mal en ellos y deben remediarlo. Es decir, es otra forma, sutil si gustan, pero existente al fin y al cabo, de encajar a fuerzas, de intentar no levantar tantas olas entre los puritanos y mayoritarios mares del “¿Qué dirán?” y del “¿Cómo me verán?”. Es igualmente una traición -del tamaño que deseen- a la propia naturaleza, a una esencia, a una forma de ser.

Luego entonces, en lugar de tratar de llegar a la última fase, la de escribir sólo con la derecha, para supuestamente lograr por fin la aceptación y estima de las mayorías no sentipensantes, ¿por qué no sólo usar la mano natural?... Sentirse orgulloso y pleno por ser zurdo, pregonarlo a los cuatro vientos y ayudar a otros a conseguirlo. Mientras no lastimes o fuerces a nadie, tú puedes y debes vivir feliz como se te dé la gana.

Sí, a la izquierda está el corazón y también debe estar la razón, y en las izquierdas se debe extender la mano, mas bien las manos, a la convivencia respetuosa y productiva en la diversidad. Así sea, así siga siendo bien escrito.

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