LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

24 nov 2007

¿LLORO POR TI ARGENTINA?
 
La anterior interrogante me vino a la cabeza con motivo de los resultados electorales que arrojó la elección presidencial que se celebró, hace ya casi un mes (el 28 de octubre, para ser precisos), en dicho país. Elección ésta que, como bien saben, tuvo como vencedora a la actual senadora por Buenos Aires (Provincia), a la abogada Cristina Elisabet Fernández Wilhelm o, como han optado varios medios y personas llamarla (y creo que ella misma ha promovido ese "nombre artístico"), Cristina Fernández de Kirchner (sin omitir que estas dos últimas palabritas constituyen una "fórmula" o "expresión ritual" que me molesta, ya que arrastra consigo siglos de una visión o concepción patrimonial-machista de la mujer que contrae matrimonio; concepción que es una de las tantas "razones" que han "legitimado" la opresión o maltrato de los cónyuges sobre las cónyuges).
 
Y esa pregunta me vino a la cabeza por que, tal parece que (lo mejor es que me equivoque), la Argentina, a través de la famosa vía democrática o del sufragio, ha terminado de legitimar o consolidar una dinastía, la dinastía K, (como la ya han denominado algunos periodistas argentinos); sí, una dinastía con todos los riesgos que ello implica, con todas las potenciales medidas autoritarias o monopolizadoras del poder que ello significa. Lo anterior, en virtud de que (como también lo saben) el esposo de Cristina Fernández es el actual presidente del país sudamericano en cuestión, Néstor Kirchner (por cierto, este apellido como les va a proporcionar problemas de pronunciación a los historiadores que se refieren a su administración. ¿Cómo la denominarán? ¿Kirchneriato? ¿Kirchnerismo?). Es decir, el próximo 10 de diciembre (fecha de la transmisión del Poder Ejecutivo Federal en Argentina) la banda presidencial de ese país será entregada-recibida entre consortes, tal y como si se tratara de un regalo de aniversario o de cumpleaños (sueño -¿o pesadilla?- que nos suena muy conocido por que, como bien recuerdan, el mismo fue una intentona –afortunadamente frustrada- de "nuestra pareja presidencial", de esos desinteresados, nada frívolos y hoy pobres "políticos" panistas guanajuatenses: Fox Quesada y Sahagún Jiménez).
 
Y esa pregunta también me vino a la cabeza por que, como bien me lo hizo ver mi hermano Tobías (sí, una vez más, gracias), ese "cambio de poder" (o "cambio de la continuidad" o "cambio dentro de la continuidad", como lo han definido algunos) no producirá una circulación de las élites o una renovación generacional de la política argentina o una auténtica y diversificada ampliación de la participación de la ciudadanía argentina en cuestiones sociales, económicas y políticas; al contrario, afianzará a los grupos o "círculos" que acompañaron a Néstor Kirchner durante su gestión (y que se fortalecieron gracias a ello). En otras palabras, desde el momento en que Cristina Fernández (para ganar) utilizó a la gran mayoría de las influencias o "contactos" de su esposo y respaldó y/ o se apoyó en la mayoría de los grupos o "alianzas" que le son o eran a afines a aquél; desde ese momento, decidió que el establishment instaurado y/o impulsado por él no fuera alterado, "purificado" o destruido, sino que cabalmente fuera "solidificado" (sin afirmar que todo lo expresado en este párrafo sea cosa exclusiva o peligro único de regímenes democráticos que se ven inmersos en cambios de poder entre consortes; cambios éstos que los envuelven ciertos "aires semimonárquicos" o de "velada reelección").
 
¿Qué los estilos de los dos son diferentes? ¿Qué la presidenta electa ya ha dado muestra de eso? ¿Qué Cristina Fernández es una mujer inteligente, preparada y que –a diferencia de otras que han realizado la intentona en comento- sí tiene experiencia parlamentaria y política? ¿Qué ella ya se ha encargado de mantener o de agrandar los lazos y acuerdos "tejidos" por su esposo con otros países, lo cual ayudará mucho a Argentina?...Pues sí, todas esas preguntas-argumentos, o casi todas, podrían ser contestadas con un sí, pero (el a veces "maldito pero") ¿Qué no es más importante el fondo o la "esencia" de una administración, de un programa, de una política pública, de una acción de gobierno o de una filosofía política?; ¿Y qué no Cristina y Néstor, aunque difieren en las formas o en las personalidades o en el manejo de los medios, coinciden plenamente –y la avalan o avalarán mutuamente- en la "esencia" que guía su discurso, pensamiento y actuar políticos?; ¿Acaso si se descubriera un mal manejo de recursos económicos o la comisión de cualquier otro delito, cuya responsabilidad correspondiera a la administración Kirchner, dicha conducta será adecuadamente sancionada por la administración Fernández?; ¿Qué tanto la presidenta electa "romperá" con las políticas o decisiones públicas de su esposo que hayan ya demostrado su ineficacia, peligrosidad o injusticia?; ¿Qué tan justo  o equitativo es –y sin importar el país de que se trate-que los candidatos presidenciales de oposición enfrenten a una candidata o un candidato que, además de ser "el oficial" o la "oficial", tenga la "presidencia" del corazón del que en ese momento es el jefe de Estado de la nación respectiva?;¿Los Kirchner son la versión contemporánea de Los Perón?; ¿Algunas dictaduras podrán tener, o habrán tenido, su génesis en una historia de amor?...
 
Y por supuesto que todas las anteriores suposiciones, predicciones, etc. no me surgieron por el hecho de que quien consolidará la "dinastía" en turno será la "mitad femenina" de la "pareja presidencial" que nos ocupa; es decir, no me surgen por que se trate de Cristina Fernández. Por supuesto que no. ¡Absolutamente no es esa la razón! ¡Claro que no!. Eso sería algo que me contradeciría y que no me perdonaría. En pocas palabras, yo opinaría lo mismo (y, muy probablemente, hasta sería más crítico) si la sucesión argentina (o de cualquier otro lado) fuera al revés, es decir, presidenta-presidente. Aquí de lo que se trata es de evitar los acaparamientos "democráticos" y "no democráticos" del poder; de evitar que las presidencias de las naciones se vuelvan "patrimonio familiar" o parte de las sociedades conyugales; de evitar cacicazgos o inicios de estos en cualquier nivel de gobierno; de evitar que la movilidad social y/o que la circulación de las élites se vuelva sólo un lejano recuerdo; de evitar sí, partidos de Estado o hegemónicos, pero también a los "matrimonios de Estado".
Además, Cristina Fernández sí me parece una mujer fuerte, inteligente, preparada, disciplinada, perseverante, feminista (por ejemplo, se ha reunido en más de una ocasión con Michelle Bachelet y con Ségoléne Royal; es más, está última la acompañó en el podio durante su discurso de la victoria) y bella; pero, hasta el momento, veo más probable que suceda (o que no suceda, en el caso de las potenciales investigaciones judiciales) lo que he venido comentado ¿Por qué? Pues por lo que también ya he explicado o tratado de explicar en las líneas de arriba. Bueno, pero eso da una esperanza, la consistente en que Cristina Fernández Wilhelm, con resultados o contundentes hechos, haga que me trague mis palabras.
Así mismo, debo decir que uno de los aspectos positivos (y el que más me agradó) de esta elección es el hecho de que casi el 70% (o 7 de cada 10) de los argentinos que acudieron a las urnas, lo hicieron para votar por una mujer, ya sea Cristina Fernández (44.8%) o Elisa Carrió (22.9%. La más fuerte opositora de la primera. Candidata de centro-izquierda y –por lo que he leído, poco convencional, liberal, inteligente. Considero que ella es la que debería haber ganado)
 
 
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero también algunas secuelas han sido más exitosas o mejores que la primera parte de una serie (ejemplo: Terminator 2)…
 
Es cierto que Kirchner representó o logró estabilidad para un sistema político y una nación que, a finales del 2001 y principios del 2002, parecían que se desquebrajaban triste, inevitable y letalmente; pero, ¿no una de las exigencias más fuertes (en los hechos y simbólicamente) de esos tiempos fue: "¡Que se vayan todos!"? (¿o qué? ¿Todos menos los Kirchner?)…
 
 
¿Hacia adónde Cristina Fernández Wilhem, futura presidenta de Argentina, llevará a su país? ¿Hacia un Kambio para bien no previsto y de largos alcances?  ¿O hacia una nueva Krisis de dolorosas consecuencias?...  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario