LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

5 feb 2007

EL BLOGGUERO SE FUE DE PINTA



¿Será por eso que ha pasado por este, su “terruño” virtual, tan pocas veces en las dos últimas semanas? ¿A poco Blogger lleva una lista de… mmm… digamos de “asistencia-posteadora”? ¿Un bloggero que se escabulle de su “bitácora” empieza a malgastar su tiempo al igual que lo hace un estudiante cuando se escabulle de sus clases?... ¡Momento, momento! El meollo del asunto no es ese (o tal vez sí), ya que literalmente me fui de pinta o, mejor dicho, de pintor. Sí, así es, desde el día sábado dedique la mayor parte de mi tiempo a pintar-junto con mi primo y hermano- un cuarto de mi hogar.
Este último hecho, aunado a que nuestra computadora ha estado recientemente “muy solicitada” ( por trabajos escolares o universitarios), es la razón por la que ciertos temas o episodios que he querido tocar no han visto su turno llegar.

Bueno, bueno, al punto. Como lo expresé arriba, este fin de semana me volví maistro de brocha gorda (aprendiz nada más para ser exactos). Ahora bien, durante las horas que me encontré rodeado de pinturas (“verdiosas” como diría un auténtico profesional de la pintura), brochas, algo de thinner, escaleras, “encintados” y demás; me puse a pensar (o a divagar gracias a los influjos del thinner) en lo siguiente:

a) El pintar es, dentro de la amplia gama que existe, uno de los oficios más cómodos, limpios y “nobles” ya que no requiere de muchos conocimientos técnicos. Pero, que quede claro, no estoy diciendo que es algo insignificante o que cualquier Bush (perdón, estúpido) puede realizarlo auténtica y perfectamente bien desde la primera ocasión y sin consejo alguno. Al contrario, reconozco el esfuerzo, la dedicación y la experiencia de los buenos pintores, ya que en su trabajo-como en otros- se requiere conocer una serie de pequeños grandes detalles, retos y trucos; así como adquirir determinadas habilidades. Solamente que todos esos detalles, trucos, etc. son más “accesibles” para la mayoría de los no doctos en pintura. O, ¿acaso es lo mismo ver unos pedazos de madera y ciertas herramientas, “encararlas” y-sin leer o escuchar nada al respecto- construir al instante un grandioso comedor o un espectacular buró; a que veas un bote de pintura y unas brochas, “encares” a un muro o a un techo y empieces a dar tus primeros brochazos? No lo creo.

b) Los otros pintores (los de las artes plásticas) poseen un valioso don y, a la vez,un excelente relajante para su vida diaria. Sí yo me perdí tranquila y gustosamente entre mis pensamientos mientras rellenaba un simple pedazo de concreto, imagínense la paz (bueno, en ocasiones es lo opuesto a eso) que ellos experimentan cuando se abocan a cubrir un lienzo, o cualquier otra superficie, desde un enfoque y con un fin estéticos. Con razón leí que el novelista inglés Graham Greene (1904-1991) dijo: "Escribir es una forma de terapia. A veces me pregunto cómo se las arreglan los que no escriben, los que no componen música o pintan, para escapar de la locura, de la melancolía, del terror pánico inherente a la condición humana."

c) Obtengo como pintor una calificación de seis (y estoy siendo muy condescendiente conmigo, creo yo). Por ello, refuerzo mi idea o creencia (funcionalista tal vez) de que todos los oficios y todas las profesiones que existen tienen su razón de ser y; de que la gran parte del género humano y/o de los gremios ejecutan una o más actividades que representan o constituyen, realmente, un servicio o un beneficio para la sociedad en su conjunto. Por lo tanto, no se debe privar de reconocimiento (espiritual, económico y social) a ninguna persona que desempeñe sus labores con gusto, talento y esmero, ya sean esas propias de la medicina o de la albañilería. ¿Qué sería de una ciudad si no contara con trabajadoras y trabajadores de limpia (naranjitas y naranjitos)? ¿Estarías dispuesto a recoger cuanta basura hubiera tirado cualquier “ente contaminante” (por no decir desconsiderado cochino)? ¿qué pasaría con una ciudad, durante las lluvias torrenciales, si no existieran los trabajadores de los organismos operadores de agua y alcantarillado? ¿Te atreverías a destapar cuanta cloaca encontraras, o entrarías muy contento al desagüe para darte un tour? ¿Tolerarías sin chistar pegar, uno por uno y debajo de un agobiante sol, todos los tabiques necesarios para edificar un local o una casa?

d) Casi todos los humanos estamos sobre este globo terráqueo para hacer algo de provecho. Y ese algo lo podemos hacer porque tenemos el interés y las habilidades (así como la preparación adecuada) para hacerlo. Los anteriores tres elementos son muy importantes. Pero, hablemos un poco del referente a la preparación adecuada. Luego entonces, considero que la educación (en sus distintas modalidades) debe alcanzar, verdaderamente, (además de un nivel óptimo de calidad) la cobertura universal; para que así todo individuo tenga la oportunidad de aprender tanto conocimientos elementales y valiosos (leer y escribir por ejemplo) como el hecho de que existe una amplia y diversa “colección” de ocupaciones de donde escoger (siendo preferible que se escoja la más afín a nuestros gustos, conocimientos y destrezas, claro está). Si la educación se impartiera, de manera eficiente, a toda morrila y a todo morril que habita nuestro país, poco a poco se terminaría la concepción (y, principalmente, la realidad) consistente en que los descendientes de los integrantes de las clases sociales más pobres están destinados a realizar, exclusivamente, los trabajos de sus antecesores (los cuales, por lo general, son los más arduos, desgantantes o “humillantes”). Es decir, paulatinamente, dejarán de existir las familias o las comunidades de campesinos, de pescadores, de electricistas, etc. que sean (léase muy bien) únicamente producto-directa o indirectamente-de la deserción escolar, de la carencia económica, de la falta de opciones académicas y/o laborales; de costumbres irreflexivas o de detestables discriminaciones. En pocas palabras, proporcionarle a todos los párvulos (dirían los españolesss), sin excepción, todas las herramientas y alternativas habidas y por haber, para que la decisión que tomen en un futuro, respecto al oficio o profesión que ejercerán, sea resultado solamente de sus capacidades y voluntades libres.

e) Nos ahorramos de $2000 a $2500 (que es lo que nos hubieran cobrado los expertos de la brocha), cantidad ésta que nunca estará de más conservar, más en estos primeros días de la administración Fecalillista, la cual NO PINTA nada bien.

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