LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

20 sept 2014

CAFÉ CON LECHE, PARA EMPEZAR… (PARTE 2 DE 2)

— Mmmm que ricooo, parece que ya está listo mi licuado de plátano— le dice Elisa de manera muy traviesa, al mismo tiempo que le acaba de retirar los pantalones y su boxer verde.
— Jejeje ¿ah sí? Muy bien… ¡uffff!, pero ¿sabes?, a mí se me antoja más uno de papayita rica— contesta Alex mientras la sujeta por sus caderas para ponerla boca arriba en la cama; le saca los pantalones y besa su vagina por encima de la panty, para luego lamerla de izquierda a derecha y viceversa con la punta de su lengua.
— Mmmmmmm pues tómatelo todoooo ¡ahhhhhhhhhhhh! —
Alex ahora le quita la panty y le chupa sus labios mayores a Elisa. Así mismo, le lame las entrepiernas, su ombligo, los labios menores, su vello púbico. Le besa la entrada de su vagina de manera tierna primero; posteriormente, con locura. Su lengua es ya un remolino en el interior de Elisa.
Ahora se escucha en el lugar “I´m so excited” de las Pointer Sisters. Los gemidos de ambos se entremezclan; sus calores se juntan; su disfrute y gozo son uno, enorme. Alex se coloca las piernas de Elisa en sus hombros, para que la vagina de ella se eleve un poco más y así poder saborearla aún mejor. Le chupa su clítoris, se lo masajea, lo lame, lo besa. Besos, lamidas, respiraciones, lengua entera, punta solamente; lengua y dedos al mismo tiempo.
— Uffffff ¡papi sabroso!, ¡papi sabroso!… y todavía mejor…ufff… un coctail de frutas completouummmm— alcanza a decir Elisa mientras pega mucho a su vagina, aún más, la cabeza de Alex, como queriendo que se le impregnara, que se le tatuara. Después de unos frenéticos minutos la retira, abre más sus piernas, pasa sus manos por todo su clítoris; le soba el pene a Alex, le juguetea un poco el glande, le da unas chupaditas y lo dirige hacia ella.

Elisa se encuentra ahora jadeante, con sus piernas muy abiertas, muy mojada, con sus pezones erectos, sus ojos más lindos todavía, brillantes, su piel resplandeciente. Alex está muy agitado, con la mirada lujuriosa, sonrisa que llena el lugar, sus músculos tensos y marcados, su pene totalmente erecto, con la punta del mismo prácticamente tocando su ombligo, escurriendo hasta su tronco, con varias venas sobresaliendo, palpitantes, como si hubieran sido esculpidas. Se lo acaricia un poco, incluyendo sus testículos; pega por completo el glande a la entrada de vagina de Elisa, hace que el mismo le dé unos besos, unas juguetonas rozadas…lo mete. Comienza a penetrarla un poco despacio, para sentir como la vagina de Elisa abraza, apapacha a su pene; para que Elisa sienta cada centímetro de su calor, de su dureza, de su grosor, de su humedad, así como el frotamiento vigoroso, el roce estimulante de las venas de su pene. Al mismo tiempo, se ven a los ojos, sonríen, se hacen uno, se dicen todo sin una sola palabra. Entra y sale, entra y sale, sale y entra, de manera más sabrosa; se detienen tres segundos, vuelve a entrar y salir, más, más, los testículos rebotan contra las nalgas de Elisa en cada entrada; la frontera entre sus respectivos líquidos y jugos se ha borrado; sus cuerpos están en ebullición; el pene de Alex se desliza de manera increíble dentro de Elisa. Ella lo aprieta con sus piernas, le acaricia y sujeta la espalda, las nalgas, el cabello, el ser.

Y ahora Elisa está volteada, sus nalgas lindas y duras, elevadas, se mueven lenta y sensualmente de un lado a otro, de abajo hacia arriba, para mayor admiración por parte de Alex, el cual se le acerca mucho por detrás y se las acaricia, besa, lame, para luego pasarles su glande, su tronco, hacer que éstos reboten en ellas, que la nalgueen. También les pega el glande, se los roza de forma que emane del mismo más líquido, un líquido que firme su devoción a semejante obra de arte; un líquido que se derrame por la línea que divide a ese par delicioso. Igualmente, le acaricia su vagina estrecha desde atrás, tanto con sus dedos que se vuelven de pianista, como con su lengua profunda y viciosa.

En otro momento, Elisa lo vuelve a montar, pero en esos instantes la ropa ya no estorba. Le sujeta el pene, se lo aprieta, lo lame desde su base hasta su glande, lo masturba unos segundos, se lo sacude, otra masturbada, para nuevamente sentarse en él. Lo cabalga con gusto, con pasión, con frenesí, sin límites. Mientras, Alex le acaricia sus senos, sus aureolas, sus pezones, sus caderas, sus muslos. Se incorpora de vez en vez para dulce y fogosamente besarla. Le comienza a acariciar el clítoris, a pasarle los nudillos, la palma, las yemas, el pulgar, el índice, el medio, nudillos otra vez, medio, índiceee. Siente que su pene va a estallar…
— ¡¡¡¡Ohhhh Eliiii!!! No pares, cómetelo, cómetelo—
— Ajaaaa, ¿sí? ¿Así? Así? ¡Ufffffffff! ¡Alex!! mmmmmmmmmm—
Elisa se mueve de abajo hacia arriba, de adelante hacia atrás, lento, rápido, totalmente sentada o en cuclillas, más rápido, más fuerte, no pare, sigue, sigue, si la morena pide más… sintiendo como el pene de Alex llega hasta el fondo de su vagina, rebotando con una intensidad y bienestar delirantes, los cuales se incrementan segundo a segundo hasta que Alejandro explota ferozmente; bañándola completamente; expulsando poderosamente su semen, dulce, caliente, desbordante; provocando varias pulsaciones en ambos, pulsaciones que parecieran nunca parar; sus pechos se estremecen, el habla se les va, gimen, gritan, se retuercen, sienten, viven, aman. Caen rendidos abrazados, ninguno de los dos se quiere separar del otro, se ven, se besan, se pierden, se vienen, se van, se han ido, se han venido, se quedan en su paraíso creado…

--------------

Cerca de las 11 de la mañana del día siguiente, y después de unos 5,6 orgasmos juntos, se duchan, desayunan y llegan a un parque muy cercano a la casa de Elisa. Se dan sus teléfonos, correos electrónicos y redes sociales. Acuerdan pronto comunicarse. Elisa se queda fijamente mirándolo, se alborota el cabello, pasa su lengua por sus labios, le acomoda el pelo a él, le acaricia los ojos y le dice:
— Mira Alex, chiquito, que una cosa sí quede bien clara, todo lo que pasó fue fabuloso, no acostumbro hacerlo, pero contigo fue diferente, mágico, se dio pues, y no me arrepiento. Espero que también para ti signifique algo, realmente espero que sigamos en contacto. Pero a lo mejor sólo percibo mal, no capté bien todo, si al final resulta que sólo fue de aquí pallá nada más, ni modos, lo bailado ya nadie nos lo quita. Sólo serías un muy bello recuerdo, pero ojalá que no quede ahí, ¿vale? —
Alex le sonríe más, afirma con la cabeza y le da un beso largo antes de marcharse.
— Cuídate mucho Eli linda, te llamo pronto. O me mandas un mensaje porfa. Te quiero. Muchas gracias por tan gozosa noche—

Dos semanas después se vuelven a ver en la misma librería-cafetería en que se conocieron. Alex la espera con el libro que estaba hojeando cuando se cruzaron sus miradas. Lo ha comprado para regalárselo. En primer lugar, la recibe, la invita a sentarse y a que pruebe un poco el apetecible pastel de zarzamora que pidió para ella. Le entrega el obsequio. La besa y abraza fuerte y le pide que lo abra, que lea la dedicatoria:

“28/12/2013. Eli chula y rica, escribamos el nuestro juntos. Claro que no quiero que lo nuestro sólo quede hasta ahí. Quiero protagonizar muchas más historias (incluidas XXX :p jejeje) contigo. Con amor, cariño y pasión, Alex.”

Los dos se ríen, se sonríen ampliamente y vuelven a besarse mucho. También, entrepiernados, por debajo de la mesa, se acarician y frotan un poco sus respectivos sexos. Prueban más pastel y se vuelven a besar…Suena a lo lejos “Toro” de El Columpio Asesino.

* Trabajo elaborado para el Primer Concurso de Cuentos Pornos organizado por la Terminal de Sexualidad de la Carrera de Sociología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Agosto 2014)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario