LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

21 ago 2007

PARA EL CIUDADANO DE A PIE II


Bueno, aunque tal vez en esta ocasión la siguiente información no sólo le podrá ser útil a una ciudadana o ciudadano, sino también a una persona que, por su edad u otro motivo, no tenga en este momento dicha calidad o estatus.





Sabemos que México (o más bien dicho, los mexicanos) es el segundo páis, a nivel mundial, que más refresco consume (unos dicen que ya es el primero; es decir que ya supero a los Estados Unidos). Lo anterior ha provocado, entre otras cosas, un aumento en el número de casos de obesidad. En otras palabras, México cada vez está más pasado de carnes, lo cual se debe a malos hábitos alimenticios (dentro de los cuales se ubica el consumo excesivo de “sodas”) y a malos hábitos relacionados con el ocio, el trabajo y el desplazamiento a distintos sitios.

En varios pueblos del país podrá faltar, o ser deficiente, el drenaje, el alumbrado público, la pavimentación, etc.; pero lo que no “debe” faltar es un pequeño tendejón que venda cerveza o refresco (dos líquidos que “contribuyen”, de sobremanera, a que, primero, hagas una panzota y a que, después, te conviertas en todo un “adiposito”). Es decir, tanto la drogacola (que es el refresco más consumido) como la sol y/o la corona son elementos que no faltan en la “dieta” de muchos mexicanos;sin importar que sus ingresos o sueldos sean muy pequeños.
Tampoco podemos dejar de mencionar el “arraigo” que, entre nosotros los mexicanos, tiene la poderosa y “carbohidratante” vitamina T.

Claro que tampoco se trata de promover y/o emplear supuestas dietas o de fomentar y/o adquirir ciertos hábitos dañinos o peligrosos para la salud; o que pueden ser causa o efecto de trastornos mentales; o que legitiman o conllevan a determinados estereotipos superfluos y estúpidos.

Como dice una de mis progenitoras (bueno, como más o menos dice, por que no recuerdo las palabras exactas): “las dietas en sí no debieran de existir o, mejor dicho, lo que se identifica como tal. La gente no tiene que matarse de hambre o estarse preocupando, exageradamente, por las calorías que consume. Sería suficiente con que comiera adecuadamente. Es decir, no se trata de dejar de comer o de no comer varios alimentos, sino –simplemente- de comer de todo con medida y de la manera más equilibrada posible. O, en pocas palabras, el problema de muchos no es qué comen o que coman, sino que tragan”


Todo lo anterior, no sé por que me trae a la mente a Cartens, actual secretario de Hacienda y Crédito Público. ¿Por qué será?… Hasta en eso falla (en el aspecto simbólico) el aviador de Los Pinos y su camarilla al tratar de “vender” su proyecto de reforma fiscal; el cual, por cierto, muchos alabaron -para variar- de inmediato y de manera acrítica (lambiscona; más fácil), sin darse cuenta o querer darse cuenta de sus distintos errores, insuficiencias y perpetuaciones de privilegios. Ya hasta tuvieron que realizarle algunas modificaciones. Sí, ya sé, aquello no fue la única razón para hacer lasmodificaciones. También pesó que a los “empresarios” no les gustó para nada esa propuesta de su gerente o caporal /esa sí no).
Fallan en el aludido aspecto por que, si supuestamente uno de los objetivos primarios de la reforma es la redistribución de la riqueza (¿o de la pobreza? Como diría un tío) y/o el combate urgente a la pobreza, y si la secretaría de Hacienda es una de las dependencias más importantes del país (por ser “la de los dineros”), ¿por qué poner al frente de esa reforma y de esa cartera a un individuo orgulloso de sus 150 (o más) kilos de neoliberalismo puro? Esto, ¿no es hasta un insulto o “mal chiste” hacia millones de mexicanos desnutridos o mal nutridos (no por nada, Naranjo, cuando representa a los más pobres entre los pobres, hace uso de unos esqueletos parlantes con huaraches y sombreros)? ¿No fácilmente más de uno pensará u opinará lo siguiente: “dicen que con esa reforma nuestro dinero se redistribuirá, se irá a otro lugar…pues ya sé adonde…pues al estómago de ese tipo”? ¿Cartens comerá diariamente el equivalente a lo que comen (con apuros) dos o tres de las familias más pobres de nuestra nación? Otros opinarán que, al contrario, ese individuo (y más si se toma en cuenta lo que expresé al principio) se identifica, cada día más, con un mayor número de mexicanos; que “establece una conexión” o que “es empático” con los mismos, ya que comparten el mismo padecimiento, enfermedad o pena… Pues no estoy de acuerdo, por que el obeso Cartens le da gusto a su vicio con dinero público, cubre su gordura con trajes sumamente caros (también pagados por el erario) y, además, en caso de que así lo decidiera en un día cercano, acabaría con la misma mediante una operación que también cubriría totalmente el dinero público; realidades éstas a las que no pueden acceder todos (o la mayoría) sus rollizos compatriotas.


Ahora bien, el objetivo principal de esta “entrada” era (no, sigue siendo) dar a conocer algunas fórmulas o métodos prácticos para realizar cálculos de naturaleza nutricional. Por lo tanto, aquí les dejo esto:

1) Si quieres saber tu IMC (Índice de Masa Corporal), el cual hace referencia al porcentaje de grasa y/músculo que posees, multiplica por sí misma (o eleva al cuadrado) –en metros y centímetros- tu talla, altura o estatura [h]; después, divide tu peso [p] –expresado en kilogramos- entre la cantidad que hayas obtenido de la primera operación. Ejemplo:

Una mujer mide 1.70 cm. y pesa 65 Kg.; entonces, la fórmula será p/h2 y las operaciones serán 1.70 por 1.70 (2.89) y 65 entre 2.89 que es igual a 22.49

Una vez obtenido ese índice, falta saber si el mismo indica un buen estado nutricional y/o un buen peso. En consecuencia, es oportuno decir que si el resultado va de 18 a 25 (rango 1) está indicando que la persona tiene un peso ideal; si va de 25 a 27(rango 2) indica que tiene sobrepeso; si va de 27 a 30 (rango 3) indica que tiene obesidad tipo 1 y; si va de 30 en adelante (rango 4) indica una obesidad tipo 2, muy peligrosa o mórbida. Si el resultado se encuentra por debajo de 18 (rango 5), el mismo indica que la persona tiene desnutrición.

Algunos expertos opinan que los extremos de los anteriores rangos deben ir aumentando un punto, cada 10 años o después de una década, a partir de los 35 años. Es decir, el límite inferior del rango 1 (18) subirá a 19 a los 35 años, a 20 a los 45 años, a 21 a los 55 años, etc.

2) Si quieres conocer tu peso ideal puedes a) primero, obtener el diez por ciento de la parte de los centímetros de tu talla, altura o estatura [h] y, después, restar la cantidad obtenida a tu actual peso en kilogramos (p) [Siguiendo el supuesto del punto anterior sería: p-h(cm.)*10% y/o diez por ciento de 70 cm. ó de 70 a secas (70*10/100 ó 70*0.10=7) y, por ende, 65-7 que es igual a 58 kilogramos]. Es importante destacar que éste método es antiguo y cada vez menos confiable o adecuado o; b) primero, dividir tu talla, altura o estatura [h] -expresada completamente en centímetros- entre 2 y, después, restarle a la cantidad obtenida 20 (si se trata de una mujer) ó 25 (si se trata de un hombre) [Siguiendo el supuesto del punto anterior sería: h (cm.)/2-20 ó h (cm.)/2-25 y/o 170 cm. ó 170 a secas entre 2 (85) y 85-20 (por tratarse de una mujer) que es igual a 65 kilogramos]

3) Si quieres saber cuántas calorías diarias necesitas o requieres (requerimiento calórico basal) multiplica la parte de los centímetros de tu talla, altura o estatura [h] por 30 [Siguiendo el supuesto del punto anterior sería: h (cm.)*30 y/o 70 cm. o 70 a secas por 30 (70*30) que es igual a 2100 calorías]. Si eres una persona con alto nivel de actividad física o, de plano, un atleta, seguramente tendrás que duplicar, mínimo, la cantidad que obtengas.

El requerimiento calórico basal (RCB), en el caso de las mujeres, también se puede obtener de esta forma: 65.51+ (9.56 x peso en Kg.)+ (1.85 x talla en cm.)-(4.68x edad en años), lo cual en este caso sería: 65.51+ (9.56 por 65) + (1.85 por 170) – (4.68 por 23) ó 65.51+621.4+314.5 (1001.41) -107.64 que es igual a 893.77 calorías diarias; o de ésta otra: tu peso (p) en kilogramos por 40 (kilocarías, que es una constante), lo cual en este caso sería: p*40 y/o 65*40 que es igual a 2600 calorías (resultado éste que considero más adecuado, recomendable y/o saludable)

Nota: Los tres incisos o puntos anteriores hacen referencia a una mujer u hombre promedio (por decirlo así), sano en términos generales, mayor de 18 años y que realizan una actividad física moderada o regular. Por lo tanto, puede aplicarse en varios en casos o para varias personas; pero, obviamente, no en todas. Es decir, si se desea un cálculo más exacto, preciso y/o seguro se deben analizar o tomar en cuenta, de manera más concienzuda, particularidades o aspectos tales como la edad, sexo, padecimientos, nivel de actividad física, antecedentes médicos, peso, talla, raza (Hasta me sentí comercial o etiqueta de producto)

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