SME Y LA CORTA DE JUSTICIA 30/01/13

A los electricistas las instituciones corruptas les volvieron a bajar el switch. El pasado miércoles la Suprema Corte de Justicia revocó o dio marcha atrás al amparo que se le había concedido al Sindicato Mexicano de Electricistas, amparo que ordenaba que los poco más de 16,000 ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, que todavía no han cobrado su liquidación, que siguen en la lucha, fueran recontratados ahora por la Comisión Federal de Electricidad; además de que se les tenían que pagar todas sus prestaciones y salarios caídos.

Es una decisión política y antipopular más de una corte que debería aplicar un buen derecho, un derecho justo y no seguir sumisamente las órdenes provenientes de otros poderes. Es injusta y llena de grillería esa resolución porque al seguir existiendo la materia de trabajo, es decir, la actividad laboral que desempeñaban en Luz y Fuerza del Centro, al seguir habiendo necesidad en nuestro país de trabajadores de la electricidad, y al seguir existiendo un número determinado de electricistas capacitados y disponibles para realizar dicha actividad, y al ser la CFE ya la única compañía que requiere de ese tipo de servicios, pues entonces ahora ésta tendría que ser el nuevo patrón de los SMEitas. Prácticamente todos los ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro lanzados a la calle sin consideración alguna y que han resistido, al no cobrar su liquidación, se han vuelto los principales objetivos a liquidar por parte de las administraciones espurias.

La electricidad también es un área estratégica y de seguridad nacional de cualquier país avanzado. Muchos accidentes y fallas de energía eléctrica se han dado desde el cierre de Luz y Fuerza del Centro, ya que personal dei IFE o contratistas no tienen las experiencias y capacidades adecuadas para prever y solucionar. Por lo tanto, ante esos dos anterior hechos, no hay duda que por desgracia no solo se dio y se sigue dando un gran golpe en contra de la actividad laboral, de las fuentes de empleo, sino también contra un sindicalismo más independiente, contra uno de las palancas de desarrollo o uno de los generadores de nuestro país. Gobiernos oscuros neoliberales que odian y desprecian las luces.