LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

15 oct 2007

SI CAMBIA EL CLIMA, ¿POR QUÉ TÚ NO?...
 
Siembra un árbol, ten un hijo y escribe un libro (y no precisamente en ese orden) es el consejo o sugerencia popular y tradicional que se otorga cuando se habla de "dejar huella" en este mundo, de trascender en el mismo, de evitar que tu vida se convierta en un "cometa" fugaz cuyo recuerdo sólo dure en la mente de los demás lo que dura un suspiro. Es decir, según ese viejo consejo o frase, si realizas esas tres acciones tendrás amplias posibilidades de no convertirte en un "hombre de negro" más ("nadie sabrá que exististe", "sólo serás un recuerdo vago", "un rumor").
 
¿Lo anterior es totalmente cierto? ¿Tiene una eficacia del cien por ciento? ¿No existe otra forma u otro consejo three-pack  que te ayude alcanzar, sino la inmortalidad, si cierta trascendencia?... Claro que existen otras formas o medios (loables o francamente criticables) para superar a uno de los miedos más universales: morir sin saber haber vivido y/o vivir mediocremente. Bueno, por lo menos yo sí pienso que ese es uno de los temores más extendidos por la faz de la tierra. Tal vez me equivoque, tal vez muchos me desmientan; más si observamos día con día varios lamentables casos en los que las personas, las sociedades o naciones no son más que "víctimas-causantes" de una espantosa e irritante mediocridad o conformismo; más si observamos que muchos de los problemas, vicios, errores o abusos que enfrentan dichos individuos o países son producto, entre otras cosas, del miedo al cambio, del conformismo, del gusto por el status quo (sin importar que éste sea opresor, decadente o desesperante) o de la mediocrecracia.
 
 
Volviendo a la eficacia o veracidad de la frase o consejo inicial, debo decir que por supuesto que dicha veracidad o eficacia no es total o completa. No es veraz totalmente por que –como ya lo expresé- existen otros "caminos" o "fórmulas" hacia la trascendencia. No es completamente eficaz por que la realidad o historia se ha encargado de dar ejemplos de ello. ¿O qué el "ranchero honesto" –que acaba de escribir otro "grandioso" libro (Revolución de la Esperanza), que seguramente plantó más de un árbol (ya saben, para la foto, pura pose y puro –por él odiado- populismo) y que tiene cuatro hijos- será recordado (o, lo más importante, será BIEN recordado) o habrá contribuido positivamente al mundo por el simple hecho de haber cumplido con el consejo en cuestión?... La respuesta es contundente y conocida (aunque unos tal vez me señalen que él no cumplió a cabalidad con el consejo, ya que sus cuatro hijos fueron adoptados…mmm… puede ser ¿pero, por qué perpetuar esa especie de discriminación o "aislamiento" hacia los hijos adoptados).
 
  
 
 Bueno, bueno, pero ¿de dónde proviene la eficacia del consejo? Pues, según yo, del hecho de que las tres acciones van encaminadas a que dejes testimonios o "extensiones" de ti en este mundo [en distintas "versiones" (de carne y hueso, de papel, de madera, etc.) y en distintos ámbitos importantes para el ser humano (ambiental, emocional, intelectual, artístico, etc.)]…
¿Es fácil? Parece fácil. Pero, si en verdad quieres hacer esas tres acciones por que es tu gusto y de buena manera, la cosa se complica. ¿O acaso alguien me puede decir que es capaz de escribir un buen libro (según su concepto o el de muchos otros), sin problema alguno, en dos o tres horas? ¿O alguien es capaz de decirme que es extremadamente sencillo "tener" o criar un buen o gran individuo en cuestión de meses? (y no importa que me digan que "tener", en este caso, sólo hace referencia a "traerlos al mundo", ya que también en este supuesto la acción no la puedes realizar en un par de días o semanas; necesitas, mínimo, siete meses).
 
 
¿Y yo ya seguí el consejo? No ¿Lo quiero  llevar a cabo? Sí, aunque no por completo (pero eso ya es harina de otro costal). ¿Con qué pienso comenzar? Con la sembrada del árbol. ¿Las razones? Menciono una de ellas: el intenso cambio climático o calentamiento global que estamos viviendo o sufriendo; calentamiento éste que es resultado, entre otras causas, de la deforestación (*), la cual no es otra cosa que -según Wikipedia-  "el proceso de desaparición de los bosques o masas forestales, fundamentalmente causada por la actividad humana. Está directamente causada por la acción del hombre sobre la naturaleza, principalmente debido a las talas realizadas por la industria maderera, así como para la obtención de suelo para cultivos agrícolas. Es decir, la tala (o corte indiscriminado y/o excesivo de árboles, sin que éstos sean posteriormente repuestos en su totalidad o en una cantidad similar) es uno de los factores de la deforestación, y ésta, a su vez, es una de las causas del actual y peligroso ( y cercanamente devastador) cambio climático y/o calentamiento  global. Así tenemos que las consecuencias de la deforestación son: a) las especies en peligro de extinción ven todavía más amenazada su existencia, ya que se quedan sin su hábitat o "lugar de residencia", b) pérdida de importantes fuentes hídricas; c) desaparición de sumideros de dióxido de carbono, reduciéndose la capacidad del medio de absorber las ingentes cantidades de este gas causante del efecto invernadero, y agravando así el problema del calentamiento global y; d) alteración de las "dinámicas" o naturaleza de los ríos, lo cual puede redundar en problemas tales como inundaciones, infraestructuras dañadas e insuficiencia en el abastecimiento del agua (ya sea para el consumo humano o para la ejecución de actividades económicas).
 
 
Entonces, quien destruye o corta los árboles sin remordimiento alguno (y en busca de un beneficio exclusivamente económico y particular); o quien destruye o daña gravemente la vida –en más de un sentido- no sólo de sus hijos, sino también la de las hijas e hijos de otros (o sólo la de estos últimos) y/o; quien destruye o quema o arrasa con los libros, la literatura, pinturas, arte, etc. de un pueblo, ¿es un detestable y de grandes dimensiones DEPREDADOR?...Sí, innegablemente. Y, por lo tanto, son no sólo algunos de los principales causantes y "representantes" del calentamiento global, sino también del empudrimiento global … Y aquí, unas historias que dan una pequeña muestra de todo esa "mezcolanza depredadora" [negritas y/o énfasis son míos]:   
   
1) Crimen ecológico en la carretera a Huejotzingo
Más de 7 kilómetros de eucaliptos son talados para construir la ampliación a seis carriles de la libre al Distrito Federal
Edmundo Velázquez / Huejotzingo / Enviado
 
 
 
Árboles que tienen alrededor de 80 años de edad son derribados para crear una vía mucho más rápida para el transporte público y de carga. Por la gran carga de leña y madera que producen, provocan peleas y conatos de violencia entre los vecinos que los disputan
 
El escenario parece desolador: quince minutos tardan en ser talados uno a uno los antiguos eucaliptos que acompañan el camino de la carretera libre al Distrito Federal. Árboles que fueron sembrados hace casi 80 años, cuando recién había sido inaugurada la vía como la primera pavimentada en todo el país.
 
El camino ahora luce vacío a los lados. Más de siete kilómetros de alcanfores serán derrumbados para la extensión a seis carriles del histórico camino real que algún día fue la conexión entre Segura de la Frontera (poblado hoy conocido como Tepeaca) y la Ciudad de México. Por ahí pasaban cargamentos que tenían por destino el mercado más grande de la zona, ubicado en Segura de la Frontera. Otros más pasaban directo hacia el puerto de Veracruz. Fue hasta 1924 que el camino fue pavimentado, según recuerdan los vecinos de mayor edad.
 
Pero hoy ese tramo se ha convertido en un aserradero, una zona de trabajos donde vecinos de San Juan Teutla, Huejotzingo, Zacatepec y Juan C. Bonilla, literalmente, han llegado a hacer leña del árbol caído.
 
En el lugar, además de las cuadrillas de vecinos, laboran más de 80 trabajadores al mando de David Fernández Amaro, concesionario de la tala. Él y su equipo van turnando el corte de cada árbol, hora tras hora, método utilizado para mantener seguros a los transeúntes y para no entorpecer el tránsito en la carretera que hoy se utiliza principalmente como zona de tráfico pesado, carga y transporte público en su mayoría.
 
"Los árboles han matado, dan más lata que sombra"
 
"¿Milenarios? Ni que ocho cuartos, esto ya es civilización", dice una señora que les da de comer a los trabajadores del concesionario de tala. Mientras sirve un mole de olla a los labriegos, la mujer refunfuña sobre los eucaliptos como si tuvieran una maldición. La mujer asegura ser vecina de la zona, no da su nombre "por seguridad", pero dice que esos árboles daban más problemas que sombra a los lugareños o vista al paisaje.
"En el 2005 mataron a un hombre y a un muchacho, las ramas nomás se caían de secas y la leña los aplastaba", asegura la señora al repartir tortillas a los empleados. Según comenta, la extensión a tres carriles por cada sentido es urgente. "Es necesario, hay que modernizarnos, estos árboles no son tan viejos", comenta la mujer despreocupada por la ecología.
 
"Tenemos todos los permisos, desde la Secretearía de Comunicaciones y Transportes para la obra, hasta los que fueron necesarios de la Semarnat federal y la Secretaría del Medio Ambiente del estado, todo está bien", comenta David Fernández, el concesionario de tala.
 
Leña como carroña
Desde el poblado de Zacatepec comienza a verse el cambio del paisaje. Donde antes se encontraban los enormes eucaliptos ahora quedan sus raíces, única parte que no es aprovechada por aquellos que buscan leña gratis. Las raíces quedan botadas mostrando el diámetro y la edad de cada árbol. Algunas de ellas fueron retiradas y lavadas con el propósito de convertirse en patas para mesas con caprichosas formas. Otras fueron olvidadas en el camino y lucen como cadáveres.
 
Como si se tratase de buitres comiendo carroña, aquellos que van por la leña han llegado a los golpes para quedarse con los leños, según comenta el oficial de la patrulla H-04 del municipio de Huejotzingo: "Ha habido conatos de bronca, por eso estamos aquí, pero pues la gente es así, se pelea por la leña, pero ya no ha habido ningún asunto de mayor gravedad", menciona el uniformado, quien por cierto tampoco quiso identificarse.
 
La mayoría de las cuadrillas son compuestas por hombres que llegan con sierra en la mano, van dejando tablones del tronco mientras las mujeres juntan tareas de leña y varas que servirán para consumo doméstico.
 
El trabajo para tirar el árbol es un poco más complicado. Los trabajadores se disponen a tirar un árbol cuando ya ha sido advertido el tránsito en cada sentido. Franeleros avisan y complementan el señalamiento de grandes barricas naranjas que avisan de la zona de trabajo.
 
A pura sierra mecánica el árbol es serruchado. A veces hace falta una larga sierra de doble mango para terminar de cortarlo a una altura de 70 centímetros desde que el tronco sale de la tierra. Se cuida el sentido con que será derribado para no afectar viviendas o a algún despistado. El sonido al caer asemeja a un pequeño chiflido mientras las ramas y el tronco azota hacia el piso con un fuerte golpe en la tierra. Enseguida un grupo de hombres es el que toma o marca el gran leño. Las mujeres se limitan a ver y a recoger la leña seca que pueden entre el aroma a alcanfor que deja el fruto del árbol.
 
"Los árboles tienen mi edad"
 
"Mi madre lo sembró y a mí ni una rama me va a tocar", comenta un poco enojada la señora Fidela Mara Solís. La anciana de 77 años asegura que cuando su madre participaba en la siembra de los eucaliptos le dieron los dolores de parto. La señora recuerda que nació un 17 de marzo de 1930. "Mi mamá acababa de trabajar cuando empezó la labor de parto. Esos árboles tienen la edad que yo tengo. Nuestros padres los sembraron.
 
Ahora se reparten la leña y se la ganan. Yo cuando hablé con el ingeniero de tala le pedí que nos tocara un árbol por persona… ¡pero todos esos que están allá afuera ni son de Huejotzingo!", comenta molesta la señora mientras termina de comerse un plato de arroz sobre el mostrador de su tienda. Doña Fidela vive sobre el kilómetro 90.5 de la carretera. Confía en que "el gobierno ahora no le falle". "El gobierno planeó la carretera desde hace más de 20 años… hasta ahorita lo van a hacer… espero no me expropien, ¡sería el colmo!", asegura la anciana que vive a unos pasos de la carretera.
 
 
2) Jueves 11 de octubre de 2007
PARIÁN Y BARATILLO
Incongruencias de las "verdades incómodas"
Moisés Andrade
 
E n diciembre de 1997 fue firmado el Protocolo de Kyoto sobre cambio climático, finalmente ratificado por la mayoría de países industriales que producen elementos contaminantes a finales de 2004, cuando Rusia se animó por fin a aceptar las disminuciones requeridas, entrando en vigor en febrero de 2005. Los dos únicos países que no se adhirieron al tratado, es decir que no dieron su venia para su ratificación fueron Australia y los Estados Unidos; de hecho, este último país se retiró del Protocolo el año 2001 durante el primer periodo de George Bush. Con antelación, el gobierno de Bill Clinton también se había negado a ratificarlo so pretexto de que afectaba la economía gringa y de que era injusto en su aplicación, toda vez que países como India y China no tenían obligación de reducir sus fuentes de contaminación a la vez que estaban generando cada vez más gases contaminantes.
 
No hay que olvidar que el segundo a bordo de mister Clinton era el nuevo cruzado del anticalentamiento global, mister Al Gore, hoy convertido en conferencista itinerante y documentalista ganador de oscares , cuya suma de emolumentos servirían seguramente para paliar alguna que otra calamidad que afecta a muchos países pobres. La incongruencia de este paladín de lo políticamente correcto -versión ecologista- se deja ver de inmediato. Cuando tuvo todas las posibilidades de incidir directamente en la preservación del ambiente, simplemente optó por defender a las grandes empresas y se negó junto con su jefe a cooperar, junto con los demás países industrializados, en este paliativo ecológico, que realmente impactará de manera muy pobre en la conservación de nuestro mundo y que además no afectará gran cosa los intereses de las empresas. Ahora nos trata de recetar su moralino discurso cuando inmoralmente dejó escapar una gran oportunidad de evitar, aunque fuera parcialmente, los actuales daños, ya irreversibles.
 
No es sorpresa entonces la serie de incongruencias desatadas a raíz de su visita. Para empezar la del gobierno precioso que por un lado se llena la boca con la difusión de la conferencia y presentación multimedia de Una verdad incómoda y por otro tala árboles a mansalva en la carretera a Huejotzingo. Luego otras más: la de los organizadores, que promoviendo masivamente el acto, terminaron haciéndolo sólo para unos cuantos (des)interesados; la de los empresarios y demás fauna VIP que convocados por cierto "líder" hicieron acto de presencia en una reunión previa a la conferencia y que no se distinguen precisamente por sus prácticas anti-contaminación. Estos más que incongruentes son hipócritas. Por último, la distinguida burocracia dorada de la benemérita que de repente descubrió su vena ecologista y que se pasea ufana en sus tremendas camionetas, sin interesarles saber que la vehicular es la principal fuente de contaminación en nuestro país. Ya ni hablemos de los diferentes medios de comunicación, que sometieron al respetable a una descarga soporífera acerca de las bondades de la presencia del señorito Gore en nuestra ciudad, quien según dicen los que saben cobró 175 mil dólares (esto es, un millón 891 mil pesos poco más o menos) por su presentación en ciudad de México, cantidad pagada por una tal asociación denominada Empresarios por México. En esa ocasión Gore pidió, entre otras cosas, que la publicidad de su visita no fuera contaminante. En Puebla por lo visto no lo pelaron.
 
Pero a pesar de las algaradas de este personaje que cabalga por todo el mundo recogiendo talegas llenas de oro, algunos especialistas todavía ven con escepticismo lo del tan cacareado cambio climático. En opinión de Antón Uriarte geógrafo y climatólogo español, autor de La historia del clima de la tierra , "quizás lo más paradójico es que a pesar del barullo... no está claro que en los últimos 15 años la temperatura media global haya subido", mientras que otros más atribuyen los recientes cambios como algo que se ha dado frecuentemente a lo largo de la vida de nuestro planeta. Ahora bien, aunque no se compartan estos puntos de vista, es sano abrir el debate acerca de estos fenómenos que nos afectan a todos y no conformarnos con lo que grandes visionarios nos vengan a recetar como si fuera la panacea. Hay que ser congruentes, y si realmente nos preocupamos por las atrocidades de la contaminación, comencemos por cambiar nuestros usos y costumbres no desperdiciando la energía, quitarnos el hábito de ocupar a todas horas y para todo el automóvil, exigir a nuestros "gobernantes" el pensar (es un decir) primero en los habitantes -y no nos referimos nada más a los humanos- de estos lares y en su calidad de vida y después ocuparse de atender los intereses de los grandes constructores de carreteras y de automóviles, viendo nuevas opciones de desplazamiento. Sobre todo, pedir que el ataque contra los agentes contaminantes no sea un negocio ni escaparate para arribistas y oportunistas que ven en cualquier instancia la oportunidad de saciar sus voraces apetitos de riqueza y exhibicionismo.
 
(…)
 
 
 
¿Árbol que crece torcido…? Lo hallarás fácilmente, muy probablemente, en un palacio de gobierno (municipal, estatal o nacional)…
 
(*) Un poco más sobre deforestación, aquí: http://dollface.do.funpic.de/stuff/La%20Deforestaci%F3n.doc 

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