LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

8 mar 2009

DARFUR: UNA VERGÜENZA MÁS PARA LA HUMANIDAD




El conflicto bélico en Darfur; la guerra civil interétnica en dicha provincia del país africano de Sudán(religión, raza, nacionalidad,etc.; el extremismo de las mismas aaaagggggggg!!!puras abstracciones perversas, mortales y estas sí, contranatura, contra la naturaleza humana en común que tenemos, que nunca debemos de olvidar); los terribles delitos, el GENOCIDIO que está teniendo lugar en Darfur, es, como algunos lo han calificado y la foto de arriba lo señala, la tragedia olvidada...

¿Para qué sirven la ONU u otros organismos internacionales si no pueden hacer nada al respecto o si lo que hacen es muy insuficiente, ignorado o tardío?.No cabe duda que desde hace mucho se requiere una refundación adecuada de la ONU y del sistema legal, de cooperación, de seguridad y de derechos humanos internacionales...¿Cuántos muertos, heridos, desplazados, tortutados, violados,etc. más;cuántas atrocidades más se requieren para que el resto del mundo ponga punto final a la situación en Darfur?Estados Unidos supuestamente fue a sembrar la libertad en Irak y Afganistán; supuestamente acudió a esos países para salvar a los habitantes de éstos de las garras y deleznables actos de la dictadura (ya sea encarnada en una persona o en grupo),entonces ¿por qué nunca ha acudido a Darfur para terminar con el infierno qiue se vive ahí?

...A veces es igual de o más criminal la tercia conformada por silencio, indiferencia y pasividad.

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DARFUR

y un articulo relacionado (las negritas son mías):

Darfur: la expulsión de las ONG
JESúS ALDABI OLVERA


MÉXICO, D.F., 6 de marzo (apro).- Vanessa Van Schoor, jefa de misión de la sección holandesa de Médicos sin Fronteras (MSF), no sabe qué le ha impactado más: si ver a 10 mil personas abandonando forzadamente sus casas, o la violación y asesinato de mujeres, o el gravísimo estado de los niños en los campos de refugiados de Darfur, Sudán.

Van Schoor, quien en diciembre pasado regresó de los campos de refugiados, confiesa a Apro que le preocupa seriamente la decisión del gobierno sudanés de expulsar a organizaciones humanitarias que ayudan a los refugiados.

"Cuando nos llamaron para expulsarnos, no nos dieron ninguna explicación", dice la jefa de misión de MSF, donde trabaja desde 1991, pero desde 2005 viaja regularmente a Darfur.

Y cuenta que un día de diciembre de 2008, junto con otros médicos, atendió a una joven de 16 años que tuvo dos gemelos, quienes estuvieron a punto de morir, pero al final la madre y los bebés lograron sobrevivir.

Después de ese acontecimiento, rescataron a una niña de ocho años, quien luego de ser violada fue abandonada en su casa, donde la encontraron en medio de un charco de sangre.

Pese a esa labor, el gobierno de Sudán decidió expulsar, el pasado miércoles 4, a los doctores de la sección holandesa de MSF, junto a otras nueve organizaciones, entre ellas Oxfam y Solidarity.

Ello, luego de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra el presidente sudanés Omar Al-Bashir, acusado de "crímenes de guerra y contra la humanidad", según el informe oficial de ese organismo.

"Hemos expulsado a diez organizaciones extranjeras después de vigilar las actividades que contravienen todas las regulaciones y las leyes", fue la nebulosa explicación que en conferencia de prensa dio el presidente sudanés, luego de conocer la decisión de la CPI.

Un día después, el jueves 5, también expulsó a la sección francesa de Médicos Sin Fronteras.

Ante ello, el doctor Christophe Fournier, presidente de la organización, respondió con una advertencia:

"Mucha de la población de Darfur es totalmente dependiente de la ayuda humanitaria y la repentina suspensión de nuestros programas, que incluyen intervenciones quirúrgicas, nutrición y programas básicos de salud, tendrá un efecto devastador inmediato en la población".

Sobre la medida tomada por el presidente sudanés, Van Schoor no ve ninguna relación entre la actividad de los médicos y la decisión política de su expulsión.

Y abunda:

"La organización mantiene activos varios servicios médicos básicos que nadie más hace, como consultas, programas de nutrición para niños y combate de enfermedades como la malaria".

De acuerdo con un comunicado oficial de la página de MSF sección holandesa, con su expulsión de Darfur, "el gobierno sudanés deja a más de 200 mil pacientes sin atención médica básica".

Van Schoor explica a Apro que su sección operaba en tres lugares: Kalma, un gran campo de refugiados con más de 90 mil personas, y Muhajariya y Faina, dos pueblos rodeados de varios campamentos de refugiados.

Ahora, dice, alrededor de 70 mil personas se quedarán sin ningún tipo de acceso a cuidados de salud en la región de Muhajariya; también deberán ser cerradas las clínicas de salud en la zona de Feina y sus alrededores, donde MSF ofrecía tratamiento a un promedio de 3 mil personas por mes.

Puntualiza:

"En Muhajariya sólo operábamos nosotros y la organización Solidarity".

Y advierte que después de la expulsión de ambas organizaciones, la zona se quedará sin ayuda humanitaria y sin ninguna clase de atención médica.

Así mismo, señala que las secciones más pequeñas de Bélgica, Suiza y España, que aún trabajan en el lugar, se encuentran en peligro de ser expulsadas.

Según MSF, la noticia de la expulsión llegó en el mismo momento en el que se declaró un brote de meningitis en el campo de desplazados de Kalma, mientras ellos preparaban una campaña de vacunación masiva.

Van Schoor dice que en las clínicas de Kalma, donde cada día se atienden 200 pacientes, nacen 150 bebés al mes y "muchas mujeres tienen problemas de parto y otras han sido violadas".

Sobre la meningitis, afirma que no es el padecimiento más grave de los campos, "el mayor problema son las infecciones en los niños, la neumonía y la mala nutrición, y en la gente mayor es la malaria".


Además, dice, "el campo de Kalma ha sido siempre un lugar difícil para trabajar; inicialmente era como un microcosmos de Darfur, lleno de personas desplazadas de varias partes de la región".

En permanente riesgo

Médicos Sin Fronteras ha tenido que suspender varias veces algunas de sus operaciones desde 2006, debido a la creciente inseguridad y a los atracos contra personal, instalaciones y vehículos.

Un caso grave ocurrió en enero de este año, cuando el hospital de Mujahariya tuvo que ser cerrado debido a enfrentamientos armados entre facciones rivales.

Según Van Schoor, las autoridades dijeron al personal que ya no podían hacerse cargo de su seguridad, "y a mí me robaron dos veces en la primera semana que estuve ahí"

La doctora asegura que los lugares más peligrosos para las misiones son los caminos y las paradas, y aunque "no nos han disparado, varias personas han sufrido intentos de violación".

Desde 2003, más de 300 mil personas han muerto en el conflicto entre las milicias Janjaweed, supuestamente armadas por el gobierno central, y la población de Darfur.

En un artículo nombrado "Al-Bashir expulsa a todas las ONG", la BBC informó que el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, exhortó al gobierno de Sudán para que permita de nueva cuenta la entrada de organizaciones humanitarias y proteja al personal de Naciones Unidas que todavía labora en el lugar.

Al respecto, Van Schoor dice:

"Realmente la gente necesita ayuda, no es cuestión de política; no sé quién va a tratar ahora a los pacientes. Nosotros entrenábamos a algunas personas en el campo de Kalma, pero no son suficientes. Es cierto que en el pueblo hay doctores, pero a la gente de los campos de refugiados no se les permite ir".

Y añade que en más de cuatro años "hemos atendido a más de tres millones de personas".

Además, los médicos conocen a muchos pacientes en la zona que no tienen posibilidades de ver a otro doctor; ellos le han dado seguimiento a varios casos que necesitan atención, "por lo que la expulsión de los doctores es muy grave".

Bashir y la CPI

Omar Al-Bashir llegó al poder en Sudán mediante un golpe de Estado en 1989, momento a partir del cual libró una guerra civil contra diversos grupos étnicos del sur del país.

El presidente de Sudán enfrenta severos cargos en la Corte Penal Internacional, organismo que muy poco ha podido hacer, debido a que ese país no ha firmado el Estatuto de Roma, que da origen a la CPI.

El 5 de marzo, el embajador sudanés ante la ONU, John Ukec Lueth, precisó en conferencia de prensa que "Sudán no forma parte del Estatuto de Roma, sobre el que se basa el funcionamiento del CPI", y por lo tanto no acatarán resoluciones del organismo.

La CPI acusa a Al-Bashir de ser " criminalmente responsable, como el coperpetuador indirecto, de ataques intencionales contra una parte importante de la población civil de Darfur, Sudán (...) asesinando, exterminando, violando, torturando y trasladando por la fuerza a un gran número de civiles, además de robar sus propiedades".

Y señala que las principales afectadas son las etnias Fur, Masalit y Zaghawa.

La decisión de la CPI contra el presidente es la primera orden de arresto que emite este organismo contra un jefe de Estado en funciones.

En un artículo con el título de "Al-Bashir sonríe y baila", del 5 de marzo, Europa Press detalló que miles de manifestantes salieron a las calles de la capital Jartum a apoyar a su presidente y gritar consignas contra Estados Unidos y la CPI. En contraste, los refugiados darfuríes en el Chad salieron a festejar la resolución de la Corte.

La BBC ha señalado que el Reino Unido, Francia y Estados Unidos apoyan el pedido del fiscal de la CPI para que el presidente Al-Bashir responda por los presuntos crímenes, mientras que los Estados miembros de la Unión Africana y la Liga Árabe han advertido que cualquier acusación "puede empujar al país a una crisis más profunda".

Y diversos medios han publicado la noticia de que la secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, aprobó la resolución de la CPI, por lo que "Omar Al-Bashir tendrá la oportunidad de defenderse".

Sin embargo, Estados Unidos tampoco ha ratificado el Estatuto de Roma.

Contrario a ello, en agosto de 2002 aprobó la Ley para la Protección del Personal de los Servicios Exteriores Norteamericanos, que niega a la CPI la capacidad para hacer investigaciones en su territorio y prohíbe a las cortes estadounidenses dar información a ese organismo.

Ante este dilema político, MSF ha reiterado que su organización "es completamente independiente de la Corte Penal Internacional y no coopera o da alguna clase de información a esta institución".

Creada en Francia en 1971, para brindar servicios de salud en las zonas de desastre humano o material, MSF se ha enfrentado a diversos conflictos alrededor del mundo.

En 1985, la organización fue expulsada de Etiopía por denunciar el desplazamiento forzado de personas por parte del gobierno del entonces dictador Megistu Mariam. Y desde 1979 combate brotes de hambruna en Sudán.

Médicos Sin Frontera, que en 1999 recibió el Premio Nóbel de la Paz, tiene como estatuto primordial el ser "políticamente neutral" para ejercer libremente su labor.

"No nos involucramos en procesos judiciales o políticos", aclara la doctora Van Schoor, de manera que constantemente "estamos esgrimiendo argumentos médicos contra argumentos políticos".

Pero, agrega, es indispensable ayudar a los miles de enfermos que se encuentran en los campos de refugiados.

"Por favor, déjennos tratar a los pacientes", pide la doctora en un llamado impostergable a la comunidad internacional.

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