LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

17 jun 2009

YO VOTO, TÚ NO VOTAS, ÉL ANULA SU VOTO



Ya mucha tinta y teclas se han gastado sobre el tema. El 05 de julio y las posibilidades u opciones que éste trae consigo, o a las que conduce o motiva, ya han sido objeto de análisis, estudios, reflexiones, debates, mitos, estrategias bien y mal intencionadas, etc. El tratar de llegar a una especie de conclusión o fórmula final, cuasiuniversal en este tópico; el intentar de generar una especie de manual que le indique al ciudadano que "debe hacer" en esa fecha, además de inútil, es algo soberbio y que tiene tufos de autoritarismo y/o de creencia de superioridad moral o intelectual.

Por lo tanto, estas líneas no tienen como objetivo formar parte de ese potencial manual o de esa malograda conclusión, no; sólo hacen las veces de vocero de las distintas ideas que rondan mi cabeza y que guardan relación con el tema en cuestión.

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Vamos a aceptar, a conceder (por más difícil que esto sea) que en México sí existe una democracia y que ésta sólo es de baja calidad. Bueno, entonces, ¿qué no en una democracia el ciudadano puede hacer lo que le plazca con su derecho al sufragio o voto? ¿qué no un sistema político de esa clase debe permitirle a todo ciudadano ejercer o no dicho derecho, ejercerlo de un modo u otro; evitándole sufrir cualquier tipo de "satanización fánática", supuestamente demócrata?

Lo anterior lo digo por la campaña de críticas ácidas, de insultos y de estigmatización que han emprendido muchos deleznables representantes de los poderes fácticos y formales en contra de los abstencionistas y anulacionistas (enfocándose más en estos últimos). Claro que es válido y se debe CRITICAR (y tratar de convencer y/o dialogar de manera enriquecedora, siempre con argumentos) a los abstencionistas y anulacionistas (más a los que lo son por motivos aviesos o no razonados), pero éstos no deben ser considerados, como ya lo deje entrever, unos "leprosos" de la democracia mexicana. Mucho menos se les tiene que etiquetar de tal manera si ello sólo se hace siguiendo los designios y palabrerías de personas que cargan consigo poca autoridad moral, pero eso sí,diversos y grandes intereses.

Preciso un poco.Los únicos abstencionistas y anulacionistas que sí deberían ser "quemados" por la hoguera purificadora de la democracia son los que asuman tales papeles -de manera consciente- obedeciendo o haciéndole el trabajo sucio a obscuros personajes y planes.

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La mayoría de los abstencionistas son apáticos por naturaleza (y no sólo en el aspecto político de su vida), pesimistas y proclives al sabotaje (propio o de otros). Son personas criticonas pero poco dispuestas y capaces para contribuir (con acciones, ideas y palabras) a un cambio real y para bien. Se enorgullecen de no validar el sistema podrido, pero con su no sufragio y, principalmente, no acción, validan o ayudan (de manera pasiva y silenciosa) a la inalteración del status quo.

La mayoría de los anulacionistas (más en tiempos actuales) sólo responden a una de las modas del momento o son presas de sueños idílicos, estériles que no moverán o destruirán los corrompidos y hediondos pilares del sistema putrefacto actual. Como actualmente están diseñadas las reglas políto-electorales del país, el voto nulo no representa un auténtico castigo para los partidos y políticos, ni sirve como una verdadera y potente palanca de cambio. Es cierto que un posible único efecto o consecuencia sí demoledora para los partidos, del voto nulo, es el hecho que un alto porcentaje de votos no válidos o invalidados puede llevar a que los cinco institutos políticos pequeños o medianos de la actualidad pierdan su registro (por no alcanzar el 2% mínimo requerido). Ajá, ¿pero en verdad creen que PAN, PRI y PRD -con sus votantes duros, acarreados, militantes y candidatos- no van a rebasar ese 2%? ¿en verdad creen que algún día una elección en México (con el grado de abstencionismo que sea, con el porcentaje de candidatos no registrados que sea) arrojará un porcentaje de 92 o 97% de votos nulos? ¿se castiga, se combate, se empieza a poner un alto a la partidrocacia, contribuyendo -aunque sea de manera indirecta e involuntaria- a que sólo queden en la escena "los tres grandes"; contribuyendo a llegar por fin al escenario soñado -para esos 3- de la "democracia"? ¿"castigar a la partidocracia" sin importar que en una de esas se coopere con la "disolución anticipada" y/o no integración de Poderes de la Unión, dando mayor excusa y facilidades a intenciones dictatoriales?

Un buen número de los que tacharemos nuestra boleta de manera válida (ya sea por un candidato no registrado o por el de algún partido o coalición) y sí meditada durante determinado tiempo, lo haremos ni gustosos ni convencidos al cien por ciento, lo haremos sabedores del triste, irritante y muy negro panorama o estado de las cosas; conscientes de nuestra validación (en mayor o menor grado, de una u otra forma) a un sistema podrido; decepcionados y enojados con dicha realidad; proclamando (muy probablemente de manera estúpida, autoengañativa) que nuestro voto, que el voto no ha llegado a un valor cero en este país.
Algunos votantes de esta ocasión queremos ser la división de combate (en las urnas) de un gran ejército en pro del cambio para bien; división de combate que auxilie, que cierre la pinza adecuadamente para nuestros amigos y compañeros anulacionistas y abstencionistas bien intencionados, para nuestros amigos y compañeros que luchan y lucharán en y desde las calles y montañas.

1 comentario:

  1. He estado leyendo tu blog por muchos meses, no más que no dejo comentarios por tiempo o qué se yo.

    Me gusta mucho la manera que tienes de comprometerte contigo mismo y me gusta lo que piensas y cómo lo expones.

    Que rico es leerte.

    Saludos

    PD Estoy de acuerdo contigo con lo del voto nulo

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